Casa Trapiche - Una joya de la era del piloncillo
En el corazón de Todos Santos, dentro de la tranquila Colonia Las Flores, se alza una vivienda con más de un siglo de historia. Sus muros de ladrillo cocido fueron levantados alrededor de 1919 por Don Jesús Amador, uno de los primeros productores de panocha y dueño del trapiche El Rinconcito, que daba trabajo y dulzura a todo el pueblo.
Entre el aroma de la caña recién molida y el sonido de las calderas, esta casa fue testigo del auge azucarero que marcó la identidad de Todos Santos. Hoy, completamente restaurada y modernizada, conserva su fachada original, sus ladrillos centenarios y la elegancia de las casas de hacendados de principios del siglo XX.
Vivir aquí es hacerlo en un pedazo auténtico de la historia sudcaliforniana